Los niños y adolescentes están muy alineados para conectar con su capacidad natural de regular sus emociones. Todos muestran en general un contacto directo con su cuerpo y menos barreras psicológicas que los adultos.
Las sesiones se pueden hacer con niños a partir de los 8 años. El requisito indispensable es que el niño o adolescente sea consciente y reconozca que tiene algún miedo o dificultad que quiere superar.
A veces los padres queremos ayudar a nuestros hijos o estamos preocupados por varios temas pero ellos no siempre lo ven como nosotros o simplemente no lo consideran un problema. La persona, sea de la edad que sea, debe estar dispuesta a desactivar su bloqueo y debe dar permiso para que se pueda hacer el acompañamiento.
Las sesiones suelen durar una media hora y se pueden hacer en presencia de los padres, dependiendo de cómo lo prefiere el niño o el adolescente.
Niños
Si bien la edad mínima para hacer una sesión de Regulación Emocional o TIPI es de 8 años, hay que aclarar que ya a partir de los 2 años los niños pueden conectar con esta capacidad natural.
Un aprendizaje rápido y sencillo les permite utilizar por ellos mismos la Auto Regulación Emocional cuando se encuentren en cualquier dificultad emocional.
También el adulto puede hacer un acompañamiento justo en el momento en que ve que el niño está en una situación de malestar emocional (miedo, tristeza, enfado, rabia, desesperación, etc.). El niño se calmará inmediatamente y la dificultad emocional quedará regulada. A este acompañamiento lo llamamos en directo o “en caliente”.
La Regulación Emocional resulta una herramienta muy recomendada para maestros, educadoras, padres o cualquier profesional que estén en contacto con niños.
Adolescentes
La adolescencia es un período de muchos cambios que no siempre son fáciles de manejar. Puede ser una época que despierte nuevos miedos, inseguridades, malestar y sucede a menudo que las emociones están “a flor de piel”.
La Auto Regulación Emocional les permitirá encarar la vida con más confianza, ya que tendrán siempre una herramienta que pueden utilizar de manera autónoma ante cualquier emoción no deseada.

