La Regulación Emocional Comporamental es muy útil para resolver las adicciones, en particular la adicción al tabaco. Detrás del acto repetitivo de fumar se esconden muchos malestares emocionales que pueden ser diluidos y/o eliminados mediante la Regulación Emocional (RE).
Nuestra experiencia en este tipo de adicciones nos indica que se requieren bastantes sesiones para su completa solución, hasta conseguir que la persona pierda totalmente la adicción. Cuando decimos bastantes no referimos a más de 5 o 10 sesiones ya que tenemos que desactivar todos los malestares emocionales que nos conducen al hábito de fumar.
Evidentemente estos malestares van apareciendo, sin que la persona los intuya con anterioridad, a medida que se van realizando las sesiones. En consecuencia no hace falta conocer a priori cuáles son las emociones que nos inducen a fumar, aunque muchas veces tenemos indicios de los principales malestares emocionales que nos llevan a mantener esta adicción.
Una ventaja importante de utilizar la Regulación Emocional Comportamental para dejar de fumar es que no tiene efectos colaterales y además nos evita transferir esta adicción a otra adicción, por ejemplo es muy común dejar de fumar y acto seguido empezar a comer más, en otras palabras transferir la adicción de fumar a la adicción de comer y en consecuencia aumentar nuestra masa corporal o peso. Por tanto dejar de fumar mediante la Regulación Emocional implica dejar la adicción definitivamente sin cambiarla por otra.
Para más detalles ver la página: Sesión de Regulación Emocional Comportamental.