La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo. También se conoce como presión arterial alta. Si tienes la presión alta, la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es de forma constante demasiado alta. El corazón debe trabajar más para bombear la sangre.
La presión arterial alta no tratada aumenta el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y otros graves problemas de salud. Es importante controlar la presión arterial al menos cada dos años a partir de los 18. Algunas personas necesitan controles con mayor frecuencia.
La Regulación Emocional Psicosomática permite una aproximación emocional a la solución de la presión arterial alta, desactivando todos los malestar emocionales que provocan esta hipertensión, como pueden ser el estrés continuado, agresividad innecesaria, hiperactividad, ambición desmedida, adicción al trabajo, dificultades que no se resuelven, competitividad sin límites, y muchísimas otras causas emocionales que dependen de cada persona y situación.
Después de unas pocas sesiones se consiguen mejoras importantes y también la curación total (presión arterial de 120/80 mm Hg o inferior) con algo de insistencia, siempre que las causas sean estrictamente emocionales.