Hace ya más de veinte años, que Luc Nicon observó, supervisó y validó la Regulación Emocional – TIPI, que demuestra que todos poseemos una capacidad fisiológica de auto-regulación emocional que nos permite resolver, de manera personal, autónoma y definitiva, todas las manifestaciones emocionales que nos dificultan alcanzar nuestro pleno potencial como seres humanos.
Los malestares emocionales nos impiden mostrarnos, expresarnos y desarrollarnos de forma natural, debido a las interferencias, bloqueos o explosiones de temperamento que se manifiestan de forma involuntaria en nuestro día a día. Dejamos de ser nosotros mismos para convertirnos en desconocidos, y lo solventamos diciendo que es debido a nuestro carácter especial o nuestra forma de ser particular.
Nada más falso puesto que estas reacciones antinaturales, ya sean mostradas con exceso (sobreactuaciones) o con defecto (vergüenzas) no tienen nada que ver con nuestra verdadera personalidad.
Las emociones desagradables tienen una causa inicial, relacionada con una experiencia traumática, muchas veces vivida durante el periodo prenatal, perinatal o del nacimiento, que nos obligó a improvisar una estrategia de supervivencia y nos labró una huella sensorial, que se reactiva cuando el subconsciente vive una situación que considera parecida o equivalente.
Para más información ir a la pagina Regulación Emocional (RE)